jueves, 22 de octubre de 2009

La Alemania de entreguerras y el advenimiento de Hitler




"Llegué a Alemania en 1932 y creo que podría decirse que ya por entonces la República de Weimar estaba agonizando. Habían cambiado el gobierno (el gobierno cambiaba en Alemania prácticamente cada tres meses) y se gobernaba ya mediante decretos extraordinarios.

Creo que el ambiente en Alemania era de gran pobreza, de eso no cabe ninguna duda, y se distinguía incluso cuando llegabas de Inglaterra, que tampoco nadaba entonces en la abundancia. Había seis millones y medio de parados, cada fin de semana había manifestaciones políticas, de los nazis por un lado, de los comunistas por otro.

Cada partido político tenía una organización militar, cosa que no ocurría en Inglaterra, y desfilaban, y prácticamente todos los fines de semana había tiros, muertos y cosas por el estilo. Creo que el ciudadano de a pie estaba harto de esta situación y quería que apareciese alguien capaz de poner orden.

Se había decretado el estado de excepción, por supuesto. Había sido inevitable, estaba previsto en la legislación porque ningún gobierno (creo que en total había 48 partidos políticos), ningún gobierno había sido capaz de gobernar, de conseguir mayoría en el Parlamento. Por eso estaban allí las leyes de excepción, y estaban en la legislación para que las aplicara cualquiera que quisiese hacerlo."

Christabel Bielenberg

Inglesa casada con un abogado alemán antinazi

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